lunes, 19 de julio de 2010

CUMBIA EN LA ÓPTICA




¿Cómo iba a saber que este lunes no sería un lunes cualquiera?. Este lunes sonó el vallenato en el trabajo, lo traían dos vatos. Mi mente cargada con la Teoría de la Gestalt, sabía que faltaba uno, el de la caja. Santa contradicción, este no fue un san lunes como todos. En lo que uno de ellos pedía permiso para tocar yo estaba esperando que empezara a tocar. Sin dudar le dije al de la acordeón: SÍ, una cumbia, la que sea, pero una cumbia. En eso llego el de la wacharaca y le dijo: sobres el señor ya me dio 7 pesos, quieren una cumbia. Yo quería que me sorprendieran; el de la wacharaca aprovecho para contar que había sufrido un accidente, lo hizo para convencernos (pensaba que sería difícil), no se imaginaba que iba a aceptar sin ningún inconveniente. La Gente que pasaba por la calle miraba para adentro de la óptica, muy sorprendidos según ellos, yo en voz en off me decía: ¡Que chingón! Entonces salieron de la acordeón los primeros sonidos y ¡¡¡a chinga!!! (Sí me sorprendí) Esa rola la venía escuchando en el camión: Cumbia en la playa se llama la rola.


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