jueves, 8 de abril de 2010

Último día para llamar.

Si alguna vez has pensado en hablarme para invitarme a salir o si tenemos alguna charla pendiente, llámame de una vez. Si hay alguna chica interesada, que tenga buen gusto que quiera invitarme al cine o a cenar, ahora es cuando. Si te quieres pichar unas cheves, si me quieres invitar a los teibols, si quieres que vayamos por unos tacos, si me quieres avisar que no vas a ir como habíamos quedado, porque tu esposa no te dejó, mándame un mensajito de perdido, para saber. Si no te gustó algo que dije y quieres reclamarme, si te acordaste que te debo lana, o quedé en quemarte un cd y todavía lo estas esperando, o simplemente quedé en hablarte y no te hablé, márcame tú. Si prometí confirmarte que iba a ir a tus chidas reuniones y no fui, mejor llámame. O si quieres que te traiga algo del centro al rato que vaya, si quieres que pase a pagar algo al banco porque tú no vas a poder ir. Si ayer o antier no me dijiste todo lo que sentías, es mejor que me llames. Si te diste cuenta que no soy lo que habías imaginado, si de pronto sentiste ganas de escuchar mi linda voz, háblame. Llama si te diste cuenta que me extrañas demasiado y quieres platicar conmigo. Si quieres saber cuánto cuestan unos buenos lentes para ti, si quieres que le avise algo a mi mamá, si quieres saber si guelita está en su casa. Si trabajas para una de esas tiendas gorrosas que llaman y llaman porque uno no pasa a visitarlos cada mes y quieres cobrarme, yo te aconsejo que me hables. Si quieres pedirme referencias de algún conocido, si no te contesté un mail, te aseguro que ahora si te lo voy a responder. Si un día encontraste mi currículum vitae en tu bandeja de entrada o viste mi carpeta y quieres que trabaje en tu empresa, háblame antes que sea tarde. O si pretendes que yo te invite a salir a pasear o al cine, márcame, mi número es muy sencillo, 400 818 282 282 0, hecho especialmente para mí, porque les dije que tengo muy mala memoria. Si tienes una llamada perdida mía, si te envié hace tiempo un mensaje y no respondiste, sería bueno que me respondieras ahora. Si tu intensión es invitarme un café al Vips o al Brasil, para platicar largo y tendido ya te estás tardando. Háblame de una vez si quieres extorsionarme para que te de dinero, o si me quieres hablar para decirme que me gané una camioneta y que necesitas que te pase los códigos de 40 tarjetas de telcel. Si andas en tu trabajo y de pronto te acordaste que tienes un amigo acá en Sierra Ventana, te dieron ganas de saludarme y saber cómo estoy, sinceramente te lo agradezco, si fuera tú, me comunicaba conmigo antes del fin de semana, porque no pienso registrar el número de mi celular y dicen que me lo van a cancelar. Perderé mi querido número, y me cala hondo porque sé que no volveré a tener otro tan bonito como ese, pero es inevitable, porque no veo ninguna razón para darle mis datos personales al gobierno (que de todos modos ya tienen), no quiero estar en un catalogo libre para cuando se les pegué su regalada gana y me conviertan en presa fácil de cualquier bestia. Las contradicciones, siempre me han hecho desconfiar, y no entiendo, si desde pequeños nos dijeron que vivimos en un país libre entonces porque quieren controlar hasta nuestro celular. No encuentro el beneficio, creo que al contrario en estos días llenos de inseguridad y corrupción lo mejor es ser reservado y no dar información personal y al registrar nuestro número es más fácil salir perjudicado.

Espero que me marquen más que nunca de aquí al 10 de abril, si no me marcan pues allá ustedes, yo les avisé.

Si no les alcanzo a contestar no se enojen, les juro que esta vez sí les regreso la llamada.