lunes, 30 de noviembre de 2009

SOLOVINO

Viene y va, volteando para todos lados, su nombre lo dice todo, el que a veces no dice nada soy yo, no hayo que decir. Llegará caminando, volando, flotando, como sea pero llega, no lo esperes, ni tampoco esperes que se despida, Solovino no soy yo, (yo quisiera ser como él), quien sabe quien será, o a lo mejor si soy yo, no sé, según sea el caso, depende si me convenga, la neta ni sé que les voy a escribir, pero les voy a compartir lo que me vaya encontrando, lo que me vaya saliendo, lo que vaya oliendo, viendo, tocando y comiendo, porque gracias a Dios quien sabe donde vaya a andar mañana, y como el mundo es grande y pequeñito a la vez mejor no me comprometo a nada, ni prometo para no quedar mal, no hay concepto de una vez les digo, porque pensándolo bien el concepto es: No hay concepto, y así quedamos, así le hacemos.



Solovino vino y se fue.

¡Qué imaginación cabrón!

Chivo: ¿Cómo ves mi perro? No sé cómo ponerle….
¿Tú como le pondrías?


Luis Garfias: No sé… Solovino

Chivo: (Risas burlonas)

Chivo: ¡Puta! ¡Qué imaginación cabrón!, has de ser publicista…
Yo pensaba algo asi como Nan…


Luis Garfias: ¿Nan?


Cuando estaba pensando el nombre para el blog me acordé de esta escena de Amores Perros, que por cierto ayer la vi de nuevo (ya con esta van como diez veces) y sigo pensando que es la mejor película del Nuevo Cine Mexicano.